martes, 29 de marzo de 2011

absolutismo 2

“Nos, que valemos tanto como vos, juramos ante vos, que no valeis más que nos, aceptaros como rey y soberanos señor, con tal de que observeis nuestras libertades y derechos; y si no, no” (Legendario juramento de los nobles de Aragón. Cit. en P. Anderson)

“El signo principal de la majestad soberana y del poder absoluto es esencialmente el derecho de imponer leyes sobre los súbditos, generalmente sin su consentimiento…

No es de la competencia de ningún príncipe exigir impuestos a sus súbditos según su voluntad, o tomar arbitrariamente los bienes de un tercero (…)

Al igual que el príncipe soberano no tiene potestad para transgredir las leyes de la naturaleza, ordenadas por Dios- cuya imagen en la tierra él es- tampoco puede tomar la propiedad de otro sin una causa justa y razonable”

Jean Bodín

EL ESTADO ABSOLUTISTA


En el transcurso de los siglos XVI al XVIII Europa ve fortalecer el poder de los monarcas que alcanzarán en ese período el calificativo de monarcas absolutos. Estos asumen la administración de la justicia; la legislación; el mando de un ejército permanente; hacer la guerra y la paz; el establecimiento de impuestos, desconociendo a veces la tradición de consultar a los representantes cuyas asambleas no convoca; la formación de una amplia burocracia; el control de la economía; la emisión de moneda; supervisión de la iglesia dentro del territorio nacional. Sin embargo estas características que definen a un monarca absoluto variaron según el país o el momento histórico que se trate como veremos más adelante.

¿Cuál es la situación que vive Europa en este período en el cual se fortalece el poder real ?

Es en este período donde se da la transición del feudalismo al capitalismo. En el vemos por un lado el debilitamiento de los lazos de dependencia en el campo. Durante la profunda crisis del siglo XIV los campesinos huyeron hacia las ciudades o protagonizaron movimientos (jackeries) que llevaron muchas veces a la conmutación de las cargas por renta en dinero. En general las crisis de subsistencia eran acompañadas por levantamientos campesinos de orden político y religioso.

Por otra parte el ascenso de la burguesía (vinculada fundamentalmente al desarrollo del comercio, más aún luego de los llamados “descubrimientos geográficos”) otorga al rey (debido a los prestamistas y a los impuestos reales) la posibilidad de armar un ejército permanente, adquiriendo así el monopolio de la fuerza pública. Además la burguesía significó un lugar alternativo donde reclutar una burocracia leal al monarca que fue cada vez más necesaria. Para ello en algunos casos como en Francia, los reyes optaron por el mecanismo de la venta de cargos, surgiendo así una nueva nobleza (llamada de toga) que permitió a la monarquía tener una alternativa a una nobleza a veces díscola.

Recordemos que las sucesivas guerras habían debilitado el poder de los nobles, además que el costo de la guerra era mucho más importante debido a la introducción por ejemplo de los cañones. En la medida que crecía el poder real más difícil era oponerse al mismo. Solo la época de las revoluciones liberales va a poner fin a este poder del monarca. En todo caso, el ejército permanente hizo anacrónico el viejo modelo feudal en donde huestes particulares armadas a si misma, estaban vinculadas por lazos de fidelidad a un monarca que veía mediatizado su poder por el propio poderío de los nobles.

¿El estado absolutista significó entonces la derrota del viejo sistema feudal? Para algunos historiadores (como Roland Mousnier) el absolutismo actuó como arbitro entre la burguesía en ascenso y la nobleza. Además el estado absolutista sentó las bases del moderno estado permitiendo el desarrollo del capitalismo. Dice Mousnier: “Las naciones (reinos) son una yuxtaposición de comunidades territoriales, provincias, países, municipalidades, comunidades de lugares y cuerpos; como los cuerpos de funcionarios, las universidades y las corporaciones de oficios. Con todos ellos la monarquía tiene sus contratos, y cada comunidad tiene sus privilegios, sus costumbres, sus reglamentos, su jurisdicción, sus bienes y sus representantes. Cuerpos y comunidades se oponen sin cesar entre sí, por sus intereses particulares. Es preciso que el rey sea bastante fuerte para arbitrar sus conflictos y coordinar sus esfuerzos en vistas al bien común. (Estructura estamentaria del estado absolutista)

La monarquía absoluta, es también resultado de la rivalidad de dos clases: la burguesía y la nobleza. El rey, que necesita a los burgueses para sus finanzas y componer su burocracia, obtiene su obediencia y apoyo. El poder real enriquece a los burgueses con sus empréstitos, hipotecas, arrendamientos de impuestos, monopolios de explotación y de comercio, etc.

La nobleza sólo puede defenderse mediante el favor del rey. (Se hace dependiente de los

privilegios otorgados por el monarca: cargos hereditarios en la oficialidad del ejército, pensiones y, reforzamiento por el estado de sus derechos señoriales sobre los campesinos).”

Otro autor Perry Anderson propone que Durante toda la temprana Edad Moderna, la clase (social) económica y políticamente dominante fue la misma que en la era medieval: la aristocracia feudal. Esta nobleza tuvo una profunda metamorfosis durante los siglos siguientes al fin de la Edad Media, pero, desde el comienzo hasta el final de la historia del absolutismo nunca fue desalojada de su dominio del poder político.

El absolutismo fue esencialmente un aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal, destinado a mantener a las masas campesinas en su posición feudal tradicional; el estado absolutista nunca fue un árbitro entre la aristocracia y la burguesía ni, mucho menos, un instrumento de la naciente burguesía contra la nobleza; fue una nueva caparazón política de una nobleza amenazada.”.

Aunque los sectores privilegiados perdieron poder frente al rey debiendo soportar su prepotencia, sabían que este era el sostén de sus privilegios y por tanto lo apoyaban:

n sostenía a la iglesia (católica en el caso de Francia y España, anglicana en la Inglaterra) frente a sus enemigos. Así los reyes participaron de las guerras de religión y practicaron en general una fuerte intolerancia religiosa.

n Significaba un centro importante de distribución de riquezas, que desde los impuestos reales en general caían sobre el estado llano y eran disfrutados por los sectores dominantes mediante pensiones, gracias, cargos, etc.

n podía aplastar con mayor eficacia los movimientos campesinos debido a un ejército permanente formado por mercenarios. Así por ejemplo lo decía un teórico del absolutismo : “Es prácticamente imposible adiestrar a todos los súbditos de una república en las artes de la guerra, y al mismo tiempo conservarlos obedientes a las leyes y a los magistrados”[Bodín]

n en definitiva aquí radican algunos de los límites del poder real. Los propios teóricos del absolutismo señalan que el rey debe respetar las leyes fundamentales del reino: reglas de sucesión (por ejemplo en Francia el sucesor debía ser varón); el orden social del cual es garante; la convocatoria a Asambleas Representativas (Cortes, Estados Generales o Parlamentos) para nuevos impuestos. Sin embargo durante un largo período esto fue abandonado en Francia o en España. En el caso francés, los monarcas no convocan a los Estados Generales entre 1614 y 1789 (¿habrá que decir que esta es la duración del absolutismo francés?). También en Inglaterra se produce la primera interrupción larga del Parlamento a partir de 1614. Pero esta interrupción solo dura 7 años. El rey Jacobo I vuelve a convocarlo en 1621. Su sucesor Carlos I intentará prescindir del Parlamento entre 1625 y 1640. Cuando vuelva a convocarlo por necesidades financieras, dará comienzo a la Revolución Inglesa de 1642, dando así un golpe casi definitivo (el definitivo es la Revolución Gloriosa de 1688) al intento de implantar el absolutismo en Inglaterra.

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